Las fiestas navideñas suelen ser un momento de alegría, de felicidad y de reencuentros. Familiares que viven lejos vuelven a casa para pasar unos días juntos, los niños no tienen colegio y está en casa, etc. Sin embargo, ello también implica prisas, dificultades para cuadrar horarios de trabajo, vuelos, qué hacer con esos niños de vacaciones si estamos trabajando. Si en la familia, además, contamos con alguien que tiene algún tipo de demencia (Alzheimer, Parkinson, cuerpos de Lewy, Corea de Huntington, etc.), todo se complica más.
Desde Manava queremos que estos días sean lo más felices y tranquilos posible para todos y que podamos disfrutar de estas fechas todo lo que podamos. Por ello a continuación os vamos a dar unos consejos para afrontar la Navidad de la mejor manera si tenéis a un familiar con deterioro cognitivo o demencia en casa.
Consideraciones a tener en cuenta
Lo más importante que a considerar es que las fiestas navideñas son situaciones anómalas desde el momento en que no realizamos las actividades que normalmente hacemos en nuestro día a día, por lo que pueden darse situaciones y comportamientos que normalmente no se dan.
Los cambios de residencia, por lo general, suelen generar problemas. Las personas con deterioro cognitivo tienden a desorientarse, a desubicarse. No saben dónde se encuentran, han salido de su entorno conocido, de su zona de confort. Por ello, en la medida de lo posible, es recomendable que las fiestas las pasen en su casa, en el lugar en el que vivan habitualmente.
Debéis considerar que si sois cuidadores NO PODEIS CON TODO. Es decir: si habéis decidido que la Nochebuena se celebra en casa, es necesario que se repartan las tareas, no podéis encargaros de organizarlo todo y, además, de cuidar de vuestro familiar enfermo.
Dependiendo del grado en que se encuentre la enfermedad, es posible que podáis hablarlo con vuestro familiar, informarle de lo que vais a hacer. Podéis dejarlo anotado en un lugar visible para que pueda verlo con frecuencia y así le recuerde lo que va a pasar.
Pasos a trabajar
Tolerancia, paciencia y flexibilidad. Pensad por un momento que estáis acostumbrados a la tranquilidad, a leer un libro tranquilamente con una música calmada de fondo o que estáis en un banco de un parque escuchando los sonidos a vuestro alrededor y que en cualquiera de las situaciones irrumpe una banda de músicos de percusión muy estruendosos que además no paran de tirar confeti de colores brillantes y que encienden muchas luces de colores. No sabríamos donde mirar ni a qué atender, ¿no? pues algo parecido le pasa a una persona con deterioro cognitivo cuando celebramos algo, en este caso Navidad: hay muchos adornos por casa que no suelen estar, luces de colores o parpadeantes y a casa vienen hijos, nietos, sobrinos y todos hacen mucho ruido.
En este contexto, se suelen estresar, pues no cuentan con recursos suficientes como para atender a tanto. Es entonces cuando pueden gritar, irse de la habitación, comenzar a llorar, etc. No quieren estropear la fiesta, simplemente la enfermedad no les permite procesar todo ello y se desbordan. Por ello, siempre en la medida de lo posible, intentad que la estimulación extra sea la menos posible. Si se dan problemas conductuales, vendrá bien tener un plan B pensado: una habitación con luz tenue, sus objetos favoritos o su música favorita le hará volver a conectar consigo mismo.
Recurrir a sus actividades cotidianas, a sus quehaceres diarios siempre favorecerá que todo fluya de la mejor manera posible. Si suele colaborar para poner la mesa o preparar la cena, es buena idea que también en Navidad lo haga.
Horarios. Por lo general, seguimos unas rutinas y unos horarios en nuestro día a día. Sin embargo, en Navidad solemos modificarlos. Es importante que tengáis en cuenta que si vuestro familiar suele cenar ligero y sobre las ocho y media de la noche, por ejemplo, será un cambio muy grande cenar a las diez de la noche y de forma copiosa. Ajustaros a sus horarios y rutinas siempre favorecerá que la noche fluya con tranquilidad.
Si sois vosotros los cuidadores principales es importante que la familia sepa que ha de seguir vuestras indicaciones en el momento de interactuar con vuestro familiar.
Cuidado con las mesas llenas de comida y bebida. Las personas con algún tipo de deterioro cognitivo pueden no saber regular bien su ingesta, por exceso o por defecto, por lo que es importante que estemos pendientes de lo que está comiendo y bebiendo en todo momento.
Objetos potencialmente peligrosos a su alcance. Como decíamos, solemos decorar la casa por navidad y las mesas suelen ser uno de los elementos más vistosos. Sin embargo, objetos como hojas naturales, servilletas decoradas, cubiertos llamativos, etc., pueden confundir a nuestro familiar, quien puede darles un uso indebido (por ejemplo, unas servilletas decoradas con imágenes de galletas pueden ser ingeridas creyendo que son galletas de verdad).
Cuando las fiestas pasen debéis retirar la decoración. Ello ayudará a mantener su orientación temporal de la mejor manera posible.
Estos son solo algunos consejos que os damos desde Manava con nuestros mejores deseos para que paséis estas fiestas de la mejor manera posible y en compañía de las personas que queréis. Naturalmente, estamos para ayudaros, por lo que si no sabéis cómo manejar alguna situación, estaremos encantados de ofreceros nuestra ayuda para que lo resolváis.
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