Dentro de las nuevas enfermedades del siglo XXI destacamos sin duda la enfermedad de Alzheimer. Y es que conforme se incrementa la esperanza de vida, aumenta también el número de afectados por esta demencia.
Aunque la investigación es constante y día a día vamos conociendo más aspectos sobre ella, no se ha encontrado cura para esta; aunque bien es cierto que existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos con los que se consigue reducir los síntomas, y aunque no se frene por completo la progresión de la enfermedad, si que se ralentiza su avance dando mejor calidad de vida a estos enfermos. Pero no conocer con exactitud la enfermedad no significa que no sepamos nada de ella, cada vez hay más pruebas de que la actividad física y mental puede reducir las posibilidades de desarrollar la enfermedad o la progresión de esta.
Un aspecto importante que debemos conocer es LA RESERVA COGNITIVA.
¿Qué es, y por qué debemos conocerla?
Llamamos reserva cognitiva a la diferencia entre daño cerebral y su manifestación clínica. Esto se puede resumir en:
- Daño cerebral = demencia observable + reserva cognitivasumir en una ecuación:
o lo que es lo mismo
- Demencia observable = daño cerebral – reserva cognitiva
Es decir, en dos personas con el mismo daño cerebral, aquella con mayor reserva cognitiva tiene menos demencia observable, se encuentra mejor.
¿Y por qué es importante conocer este aspecto? Porque las personas que se les supone mayor reserva cognitiva (mejor entrenamiento mental) manifiestan signos de demencia más tarde.
Un ejemplo que nos puede ayudar a entenderlo, fue el de un jugador de ajedrez que manifestaba signos leves de la enfermedad de Alzheimer. Poco después de descubrirlo murió por otras causas, y tras examinar su cerebro post mortem (la evaluación definitiva de la enfermedad de Alzheimer es post mortem) se descubrió que su cerebro estaba mucho más dañado de lo que pudiera parecer. Su Alzheimer era muy avanzado, pero casi no se notaba (su reserva cognitiva era muy alta). Casos similares se han descubierto en personas que hablan más de un idioma, es decir, se ha llegado a la conclusión que la principal arma de lucha contra el deterioro mental es la conservación y trabajo de la reserva cognitiva.
Quizás podamos entender mejor porque sucede esto si pensamos en personas con algún tipo de discapacidad, por ejemplo un atleta paralímpico: aún con su discapacidad es capaz de rendir deportivamente mejor que la mayoría de nosotros, y esto sucede porque aprovecha sus recursos y los optimiza para el trabajo, algo así sucede con nuestro cerebro y la reserva cognitiva, aunque muchas neuronas no son útiles, las que sí lo son tienen más conexiones y suplen la falta de las otras.
Pero ¿cómo podemos aumentar o mantener de manera sana nuestra reserva cognitiva?
Es importante mantener un estilo de vida sano, abarcando desde una alimentación sana y equilibrada a la realización de algún deporte o actividad física, y el abandono de hábitos nocivos como fumar o beber alcohol. Está demostrado que esto mejora nuestra calidad de vida, pero no podemos olvidar nuestra mente y no podemos olvidar que una higiene mental es tan importante como la salud física o la alimenticia. Es más, el concepto de salud debe abarcar todas estas áreas. No olvidemos que la definición de salud que da la OMS es la siguiente: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.»
Por ello, no olvides incluir en tu día a día hábitos que hagan encontrarte mejor; lee, practica algún deporte, no dejes de aprender cosas nuevas, implícate en proyectos que te mantengan motivado, relaciónate… disfruta de la vida evitando el sedentarismo, y verás como día a día te encontrarás mejor, y además estarás construyendo unas bases sanas y fuertes para tu futuro. Trabajar en tu bienestar ahora te ayudará no solo en el presente, si no también en el futuro. No te lo pienses y ¡empieza ya!
Post escrito por Teresa Lorenzo.
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